IREN Ambiente y Nippon Gases, la filial europea de Nippon Sanso Holdings Corporation, han firmado, recientemente, un importante acuerdo de colaboración para la gestión y comercialización-tras la depuración y licuefacción- de CO2. El CO2 procede de la digestión anaerobia de la fracción orgánica seleccionada realizada en la nueva planta de valorización de residuos orgánicos de Gavassa (Reggio Emilia), recientemente inaugurada.
La planta de recuperación de residuos orgánicos de IREN Ambiente, que produce abono, biometano y CO2, se alimenta de la fracción orgánica separada de los residuos alimentarios y podrá garantizar el cumplimiento de las especificaciones de calidad más estrictas de pureza y fiabilidad del CO2, como exige el mercado alimentario.
El biogás generado en la planta y transformado en biometano mediante un proceso de mejora por membranas permitirá alimentar la red de distribución con energía totalmente renovable y de impacto cero. Aguas abajo de la planta de Gavassa, se ha instalado una planta de recuperación y valorización de dióxido de carbono biogénico: un proceso innovador que permite purificar y licuar el CO2 a la calidad exigida por el sector de la alimentación y las bebidas.
Un acuerdo ganador que ve la valorización del "impacto cero" de las emisiones de CO2 producido por la planta de IREN Ambiente en Gavassa y, por otro lado, Nippon Gases que, con su dilatada experiencia en la producción y distribución de gases alimentarios, prestará a IREN Ambiente el apoyo y asesoramiento necesarios para la obtención de las autorizaciones y certificaciones sanitarias del nuevo emplazamiento. Nippon Gases también se encargará de la formación del personal de IREN Ambiente encargado de operar como gasistas alimentarios profesionales, así como de la consultoría necesaria para elaborar los procedimientos correctos de carga de tanques, definición de lotes de producción y emisión de los certificados de análisis pertinentes.
"Este acuerdo", comenta Eugenio Bertolini, CEO de IREN Ambiente, "forma parte del compromiso más amplio de IREN de maximizar el uso sostenible y circular de los recursos. Los residuos alimentarios y los recortes de poda, en lugar de ser un problema, se convierten en importantes recursos. Además de producir biometano y abono de calidad, la planta de FORSU también produce CO2, que ahora se valoriza gracias al acuerdo con Nippon Gases. Nuestro objetivo es generar valor compartido a partir de una economía verdaderamente circular, a través de plantas como la de Gavassa que responden a las necesidades de las personas, la economía, el medio ambiente y el territorio".
"Estamos encantados de formar parte de este importante proyecto, en el que lideramos un ejemplo concreto de economía circular y reforzamos nuestra posición de liderazgo en el mercado del dióxido de carbono y el hielo seco", comenta Davis Reginato, Director General de Nippon Gases Industrial. Las emisiones de CO2 producido por la planta IREN AMBIENTE será de impacto cero, una contribución concreta a la sostenibilidad y la protección de nuestro planeta".
Sobre IREN Ambiente
IREN AMBIENTE forma parte del Grupo IREN, empresa líder de servicios múltiples en el Noroeste. El Grupo opera en los territorios con una variedad de servicios como la producción de electricidad (el 73% de la cual ya procede de fuentes renovables) y energía térmica para calefacción urbana, sector en el que IREN es líder nacional; la implantación de soluciones tecnológicas de eficiencia energética y smart cities de apoyo a la administración pública; la gestión del ciclo integral de residuos (donde presume de porcentajes de recogida selectiva de residuos con picos del 80%); el desarrollo de soluciones de economía circular gracias a más de 40 plantas de tratamiento de residuos; la gestión y puesta en valor del ciclo integral del agua y de las redes de distribución de electricidad y gas con prestaciones de alta eficiencia; la potenciación de una red de soporte y venta en beneficio de sus 2 millones de clientes a través de ventanillas físicas, call centers y apps.
El Grupo está aplicando un plan estratégico a 10 años con 12.700 millones de euros de inversiones hasta 2030, de los que más del 80% se destinan a inversiones sostenibles y basadas en la transición ecológica reforzando su liderazgo en la economía circular y el uso sostenible de los recursos, también en referencia a los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU.