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Dióxido de carbono para alimentación y bebidas

Agente criogénico y bacteriostático clave.

Dióxido de carbono líquido o comprimido

El dióxido de carbono es un agente criogénico clave en aplicaciones de refrigeración, enfriamiento y congelación que protege el sabor y la textura de los productos alimentarios manteniendo un control adecuado de la temperatura. El dióxido de carbono también reduce la necesidad de conservantes en los productos envasados y es el ingrediente esencial para la efervescencia de las bebidas carbonatadas.

Protege los alimentos gracias a su poder bacteriostático.

Amplia gama de purezas y concentraciones.

Ideal para aplicaciones de refrigeración, enfriamiento y congelación.